lunes, 1 de diciembre de 2014

Campaña navideña.

Cuando llega diciembre, las que nos dedicamos a este ajetreado sector sabemos que tenemos curro fijo. Además, mola porque te sientes deseada:  ya me han llamado para ofrecerme 3 o 4 promos, pero obviamente me he quedado con la mejor pagada y he rechazado las otras. Esto significa que es una época propicia para encontrar tu primera promoción, así que aprovecha para revisar las webs de agencias y también mirar diariamente Yobalia. Ya he visto varias ofertas publicadas.

Mi primera promo fue precisamente en Navidad, como ya mencioné. Creo recordar que duraba sólo 4 o 5 días, pero cuanta más experiencia tengas, más largas serán las campañas. Por ejemplo, la promo que tengo este año dura del 5 de diciembre al 5 de enero. 
  ¿Cuál es el problema? Que hay días en que trabajo 10 horas. Vamos, que voy a vivir más en el centro comercial que en mi casa. Y, oye, yo soy muy responsable y no me escaqueo nunca de mi puesto, pero si trabajo tantísimas horas seguidas, pues necesito sentarme un rato.

La cosa es que el descanso durante la jornada depende del convenio por el que se rige el contrato. Esa información viene en una cláusula del propio contrato. Por ejemplo, el mío de este año se rige por el Convenio de Despachos y Oficinas (aunque mi trabajo no tiene nada que ver con despachos, es de packs de experiencias). Pero en ese convenio no dice nada sobre el descanso diario. Así que la regla general es la que dice el Estatuto de los Trabajadores: jornada laboral que sobrepase las 6 horas continuadas tiene un descanso mínimo de 15 minutos.
  Y si no, siempre queda preguntar a la agencia que te haya contratado... 

Pues nada, os deseo que cacéis una promoción larga y bien pagada. Nos veremos en el centro comercial.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Encontrar información sobre agencias.

Al hilo de mi entrada anterior, se me ha ocurrido que debería ser un poco más explícita y compartir mi mina de conocimiento con vosotras.


Recuerda que Google siempre tiene la respuesta
                                                  
Así, ponte que la agencia X te ofrece trabajo, pero no la conoces y quieres saber más de ella. Su web no te da pistas, y en Facebook tiene sólo 15 "me gusta". Que una agencia sea poco conocida no significa que sea una empresa de timadores, por supuesto. Yo he trabajado con alguna agencia potente, con mucha fama sobre todo en el sector de la figuración en publicidad, y resultó que eran una panda de impresentables... así que de eso no hay que fiarse.


Volviendo al tema, mis dos fuentes básicas para encontrar datos de una agencia son:



sábado, 8 de noviembre de 2014

Agencias malas 1

A veces, esto de las agencias es como un campo de minas. No sabes si el próximo paso que des será en falso y volarás en mil pedazos. BUM.




Igual como símil es un poco exagerado, pero se capta la idea. Hay muchas agencias en el mercado, e igual que es vox pópuli que alguna de ellas son LAS MEJORES, también hay otras que no hemos oído en nuestras vidas. Es un poco lotería aceptar un trabajo de una agencia que no conocemos por eso mismo. No puedes tener certeza de si vas a tener problemas, si te van a pagar a tiempo, o incluso si te van a pagar. El caso más representativo, creo yo, es cierta agencia de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que empezaba por V y terminaba por N. Hoy en día no existe, pero dejó a deber pasta a decenas de azafatas.

¿Qué puedes hacer tú para identificar una agencia mala?

martes, 21 de octubre de 2014

Comienzos duros 2

Al final me contrataron para mi primera promo una Navidad. Es una época muy buena para nosotras las azafatas, porque hay cientos de promociones en los centros comerciales. Así que ya sabes, aprovecha.
Llevaba un disfraz horrible y enorme, de maestra chocolatera suiza (no digo nada y lo digo todo) y lo pasé francamente mal con esas pintas. Me han ofrecido esa misma promo más años, pero como ya he dicho alguna vez, soy perra vieja y puedo permitirme elegir.
Sin embargo, al principio una no puede ser demasiado selectiva. Lo que de verdad importa es dar el primer pasito, coger experiencia. Os aseguro que este tipo de curro es un círculo vicioso: cuanto más trabajas de azafata, más te llaman y más largas son las promociones.

La agencia en cuestión te mandaba el material a casa y además nos llamaba por teléfono a varias a la vez para hacernos una “formación telefónica”, que venía a ser leernos el briefing en voz alta.  El briefing, por si alguien en la sala no lo sabe, es la mecánica de la acción. Para promos de supermercado, suele ser un power point tirando a cutre que la agencia te manda por email, donde te explican las bondades de la marca y el producto que promocionas, el uniforme que debes llevar, a veces el comportamiento que deberías tener…

En fin, que en realidad yo estaba muy bien informada de lo que debía hacer. Pero los nervios no me dejaban ni dormir. Me acuerdo de algunas de mis dudas:

  1-¿Llevo bolso o luego no tendré donde dejarlo? –Respuesta: yo no llevo bolso. Me guardo el dni (super importante, como te lo pidan en el centro comercial y no lo tengas, NO ENTRAS), un trozo de papel y un boli (para apuntar ventas y cosas así), el móvil, un pañuelo  y un par de Smint en los bolsillos del pantalón. A veces también llevo una botellita de agua. Parece mucho trasto, pero en realidad no ocupan nada.
 Pero, vamos, en los centros comerciales hay taquillas donde puedes dejar tus cosas. Yo no las uso salvo que sea indispensable,  porque en esta primera promo que hice sí la usé… y perdí la llave. Menudo papelón, tuvieron que llamar a mantenimiento para forzar la taquilla y abrirla. Conclusión: guarda bien la llave.

2- ¿Qué c*ño es un “pantalón de vestir”? –Respuesta: A mí este tema me traía de cabeza. Para que os hagáis a la idea, mi novio dice que parezco un dibujo animado porque siempre llevo el mismo tipo de ropa desenfadada, así que no entendía yo mucho de ropajes elegantes. Total, que tuve que ir al Bershka y gastarme 35 euros (ay, dolió) en un pantaloncito de tela de vestir. Todavía lo tengo, está lleno de pelotillas.
Hoy en día he descubierto que un vaquero negro neutro (sin rotos, brillantitos o desgastados) te vale perfectamente, así que es lo que utilizo yo. Sin embargo, si quieres comprarte un pantalón de vestir, tira para Mango. Allí tienen una línea de oficina que está bien, y en rebajas te puedes surtir.

3-¿Y qué pasa cuando llegue al centro comercial? –Respuesta: como ya habrás leído en el briefing, tienes que pasar por Patrimonio. Allí los empleados (que suelen ser agentes de seguridad, al menos en el centro donde yo más trabajo) te revisan los papeles y avisan al jefe de la sección donde vayas a estar. Una vez hecho el trámite (que puede durar siglo y medio), te dan una tarjeta que te identifica como personal externo y pasas al centro comercial. El problemilla añadido es que el material no te lo hayan mandado a tu casa, sino que ande en algún rincón del almacén. Pregunta a los reponedores, que seguro que te ayudan. Puede que tu jefe de sección sea un pasota de la vida y ni aparezca a saludar, o puede que te indique dónde ponerte y de vez en cuando pase a mirar qué haces. Abundan más los pasotas, al menos según mi experiencia.

4-¿Qué es esto de sueldo bruto? ¿Cómo calculo el neto? Algunas agencias te dicen lo que te van a pagar en bruto, es decir, sin deducirle impuestos. Así que la cantidad neta (la “real”) que vas a percibir va a ser menor. Para saber más o menos la cantidad neta, réstale al bruto un 8%

5-¿ME VIGILAN? ̶ Respuesta: recuerdo que en mis primeras promos sentía que cualquier empleado del centro que pasaba por allí lo hacía para vigilarme, para evaluar mi trabajo, para llamar a la agencia y decirles que era una piltrafa inútil. Creía que la cámara que había sobre mi cabeza estaba todo el rato enfocada a mí. Un poco obsesiva. Hoy he descubierto que en los centros comerciales los empleados van a su bola. Normalmente los verás pasar sin saludarte, de lo centrados que van en sus quehaceres. Con quien tienes que tener más ojo es con los jefes de sección, porque puede tocarte alguno que la tome contigo. Y también ten en cuenta que puede aparecer un comercial de la marca para la que trabajas a echarte un ojo y preguntarte qué tal. Por mi experiencia, suelen ser muy majos.

Con esto quiero decirte que por supuesto que estás controlada, pero no de forma intensiva. Con que estés en tu sitio y no hagas nada fuera de lo normal, no vas a tener problemas.



Por cierto, trabajé muchas más veces con esa agencia en otras promociones. Así que, ya sabes: si lo haces bien, probablemente te llamarán más.

lunes, 6 de octubre de 2014

Comienzos duros 1

No sé cómo otras entraron en este mundillo, pero en mi caso fue porque estaba harta de la hostelería. He trabajado frecuentemente de camarera, tanto nocturna como diurna, y siempre supe que lo mío no era aquello.  Mi última experiencia fue muy mala: el jefe me explotaba y me humillaba delante de los clientes y ni siquiera tenía contrato, y una no está hecha para aguantar tanta mierda. Lo dejé plantado y al día siguiente una inspección de trabajo se pasó por el local y le puso un multazo. ¿Karma, venganza? Eso lo dejo a vuestra elección.

Pero divago, decía que me cansé de ese tipo de curro. Y entonces descubrí Yobalia y su foro, que me fue muy útil para aprender sobre agencias y tipos de eventos, pero hoy en día está invadido por el spam. Y me dije: bueno, tengo experiencia en atención al público. Probemos. Y me apuntaba en todas las ofertas que salían. Por otro lado, vivo en una ciudad enana, así que no eran muchas.

Pasaron varios meses sin que me llamaran. En mi cabeza se cruzaban ideas como que no era suficientemente alta o guapa, que era un despojo humano y que nunca me llamarían. Con el tiempo, he descubierto que la razón es simplemente que era una chica desconocida y sin experiencia. Esto es así, las agencias prefieren tirar de azafatas que conozcan o que tengan experiencia en el sector. Es una putada si quieres encontrar tu primer trabajillo, pero una bendición si ya vives de esto. Así que, si estás tratando de meter tu cabeza aquí, ten paciencia. O mejor, ten una amiga azafata que te pueda recomendar cuando su agencia busque cubrir una vacante.

Consejo final: cuando salga una oferta, pongamos en Yobalia, apúntate RÁPIDO. Sé de las primeras en hacerlo, así tendrás más posibilidades de que miren tu currículum. No puedo estar segura de esto, pero sospecho que las agencias empiezan a mirar candidaturas en orden, y paran en cuanto encuentran una que les gusta. Así que las que se apuntaron después de ella se quedan sin opciones.

Y en estas nos quedamos hoy: me apuntaba a las (escasas) ofertas que publicaban en Yobalia, pero que era ignorada vilmente. Seguiremos otro día.



domingo, 28 de septiembre de 2014

Cosas malas de trabajar como azafata/promotora

1.¿Eres tímida/antisocial/misántropa? Desde luego, este no es tu trabajo. Una azafata de cualquier clase está para atender al público, ya sea para intentar que compres algo, para acercarte un micro en una ponencia o para entregarte un flyer de información.
Así que, si no te gusta tratar con la gente, lo vas a pasar mal.
Yo, personalmente, cuando acabo mi jornada laboral, siento un poco de manía hacia la humanidad. Necesito descansar en soledad de tanta interacción social, no sé si le pasa a mis compañeras.

2.¿No tienes paciencia/tienes un “pronto” muy malo? La gente en general es agradable. Quiero decir, no todo el mundo es Santa Teresa de Calcuta, pero tampoco Hitler. Un término medio soportable. Sin embargo, puede que se te cruce un espécimen grosero, y ¿qué puedes hacer tú? NADA. No puedes mandarle a la mierda, por muchas ganas que tengas. Tienes que guardar las buenas formas y la sonrisa perenne pase lo que pase. Así que en este trabajo se necesita paciencia y el famoso “contar hasta 10”.

3. ¿Eres un culo de sofá? Mal. Una azafata se pasa horas de pie, lo mínimo 4.  En mis primeras promociones acababa con la espalda como un acordeón y los pies hechos papilla, aunque ahora me he hecho fuerte. No te cuento si hay que llevar tacones, a eso una no se acostumbra nunca. Yo suelo utilizar bailarinas con un poco de cuña, porque las que son totalmente planas me destrozan el talón.
Por el bien de tus pies, utiliza unos zapatos de cierta calidad. Se sufre menos.

4. ¿No te gusta que te juzguen por tu aspecto? Este trabajo es un asco para eso, lo advierto desde ya. Es una verdad incontestable que aquí tu imagen vale mucho, por eso te piden fotos y medidas. No en todas las acciones es así, pero en determinados tipos cuenta mucho lo flaca, lo mona y lo alta que seas.  Ni hablemos de tatuajes o piercings visibles, ni de maquillajes demasiado pronunciados. Cada una se conoce y sabe en qué perfiles encaja, pero es un poco triste ver lo superficial que es el mundo.

5. ¿No tienes coche? Para las promociones en centros comerciales, muchas veces la agencia te envía a casa el material, que a veces es pesado y voluminoso. Por eso, necesitas el carné o alguien que te lleve en coche. En mi caso, aún no tengo el carné (ser pobre es lo que tiene, me falta pasta para todo lo que me gustaría hacer), pero tengo un novio y un padre la mar de majos que me llevan a los sitios sin rechistar.

Además, si tienes coche propio, puedes considerar coger las famosas promociones en estanco. Cada día te toca un estanco en un pueblo diferente, cosa que es un rollo, pero al final de mes te llevas un pico importante. También puedes hacer más fiestas de noche yendo a pueblos, puesto que las agencias normalmente te pagan el kilometraje.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Cosas buenas de trabajar como azafata/promotora.

1.¿Te gusta la ropa “de marca”? Felicidades, este es tu trabajo. Vas a tener decenas de camisetas, gorras e incluso vestidines con el logo de la marca que promocionas en letras bien gordas. Lo malo es que a veces las tallas no tienen lógica y una S puede quedarte como una XL y viceversa.  Y un plus, aparte de ropa, si la agencia te manda el material a casa podrás quedarte con las “sobras”: servilletas, vasos de plástico, carritos, globos…

2. ¿No te gusta salir los fines de semana?  La mayoría de promociones y eventos suelen caer en viernes y sábado, así que ya tienes una excusa para que tus amigas no crean que eres una abuelita antisocial: “Estoy cansada… muchas horas de pie”. Por otro lado, es un trabajo que se compagina perfectamente con los estudios.

3. ¿Te gusta meditar en tus ratos libres? Entonces, las promos en supermercados son tu trabajo ideal. Salvo épocas contadas (Navidad, especialmente) a las 17.00 horas no pasa ni un alma por allí, ya has montado tu stand y no tienes nada que hacer  y encima estás trabajando sola;  así que puedes abstraerte y pensar en quién eres y hacia dónde vas mientras los minutos pasan leeeentamente.

4. ¿Te gusta la independencia económica (más o menos) pero eres una sufrida estudiante? Bueno, ¿a quién no le gusta tener su propia pasta? Sin embargo, un trabajo a jornada completa o incluso parcial es demasiado absorbente. Pero, dado que eventos y promos son de corta duración y suelen caer en finde, puedes trabajar todo el año de azafata y al mismo tiempo seguir estudiando. Tendrás la satisfacción de no ser el típico hijo que le pide la paga cada semana a sus papis.
Pero ten en cuenta que éste no es un trabajo con el que te hagas de oro. Yo, con lo que gano con esto, no podría independizarme ni de coña. Hay promos mejor pagadas que otras, pero en general no vas a ganar más de 10 euros netos/hora.

5. ¿Te aburre la rutina? Hay promociones más aburridas que otras, eso es de cajón. Pero nunca serán iguales: en una das a degustar kiwis, en otra regalas balones de playa y los niños te rodean, en otra haces café espresso y se te llena el stand de jubilados gorrones, en otras estás en la calle regalando cromos… y cada Congreso es distinto también: el tema de las ponencias, el lugar, tus funciones. Así que el mundo del azafateo es bastante variado.



lunes, 22 de septiembre de 2014

Me presento.

Hola a todos. Soy Frita, y trabajo como azafata (de tierra, que no de vuelo) y promotora desde hace  años. Siempre pensé que, una vez acabara mi carrera universitaria, podría “jubilarme” de este curro; pero por razones obvias tengo que seguir metida en el mundillo de los eventos… al menos un curso más, que es lo que tardaré en sacarme el máster en el que me he matriculado. Por cierto, pagado euro a euro con el dinero que me saco con este trabajo.

Sabiendo esto, llegaréis a la conclusión de que soy “perra vieja” en esto del azafateo. El único ámbito que no he probado es el de la alta imagen, dado que sólo rozo el 170 y de pibonazo tengo poco (y es una pena, porque  cuanto más pibonazo eres, mejores trabajos tienes. Al menos es lo usual). 

Pero hubo un día en que yo me pregunté: "¿CÓMO HAGO PARA SER AZAFATA?". Sí, en otros tiempos fui tan novata como las demás y los nervios me corroían las entrañas porque no tenía ni idea de qué hacer en mi primera acción, porque me sentía muy expuesta en el supermercado, porque aún era tierna e inocente. 

 Y esta es la razón por la que abro este diario en la red: porque en el fondo tengo un corazón altruista y me gustaría ayudar a las novatas.



 Y también porque me aburro y me gusta escribir, para qué os voy a mentir ;)