domingo, 28 de septiembre de 2014

Cosas malas de trabajar como azafata/promotora

1.¿Eres tímida/antisocial/misántropa? Desde luego, este no es tu trabajo. Una azafata de cualquier clase está para atender al público, ya sea para intentar que compres algo, para acercarte un micro en una ponencia o para entregarte un flyer de información.
Así que, si no te gusta tratar con la gente, lo vas a pasar mal.
Yo, personalmente, cuando acabo mi jornada laboral, siento un poco de manía hacia la humanidad. Necesito descansar en soledad de tanta interacción social, no sé si le pasa a mis compañeras.

2.¿No tienes paciencia/tienes un “pronto” muy malo? La gente en general es agradable. Quiero decir, no todo el mundo es Santa Teresa de Calcuta, pero tampoco Hitler. Un término medio soportable. Sin embargo, puede que se te cruce un espécimen grosero, y ¿qué puedes hacer tú? NADA. No puedes mandarle a la mierda, por muchas ganas que tengas. Tienes que guardar las buenas formas y la sonrisa perenne pase lo que pase. Así que en este trabajo se necesita paciencia y el famoso “contar hasta 10”.

3. ¿Eres un culo de sofá? Mal. Una azafata se pasa horas de pie, lo mínimo 4.  En mis primeras promociones acababa con la espalda como un acordeón y los pies hechos papilla, aunque ahora me he hecho fuerte. No te cuento si hay que llevar tacones, a eso una no se acostumbra nunca. Yo suelo utilizar bailarinas con un poco de cuña, porque las que son totalmente planas me destrozan el talón.
Por el bien de tus pies, utiliza unos zapatos de cierta calidad. Se sufre menos.

4. ¿No te gusta que te juzguen por tu aspecto? Este trabajo es un asco para eso, lo advierto desde ya. Es una verdad incontestable que aquí tu imagen vale mucho, por eso te piden fotos y medidas. No en todas las acciones es así, pero en determinados tipos cuenta mucho lo flaca, lo mona y lo alta que seas.  Ni hablemos de tatuajes o piercings visibles, ni de maquillajes demasiado pronunciados. Cada una se conoce y sabe en qué perfiles encaja, pero es un poco triste ver lo superficial que es el mundo.

5. ¿No tienes coche? Para las promociones en centros comerciales, muchas veces la agencia te envía a casa el material, que a veces es pesado y voluminoso. Por eso, necesitas el carné o alguien que te lleve en coche. En mi caso, aún no tengo el carné (ser pobre es lo que tiene, me falta pasta para todo lo que me gustaría hacer), pero tengo un novio y un padre la mar de majos que me llevan a los sitios sin rechistar.

Además, si tienes coche propio, puedes considerar coger las famosas promociones en estanco. Cada día te toca un estanco en un pueblo diferente, cosa que es un rollo, pero al final de mes te llevas un pico importante. También puedes hacer más fiestas de noche yendo a pueblos, puesto que las agencias normalmente te pagan el kilometraje.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Cosas buenas de trabajar como azafata/promotora.

1.¿Te gusta la ropa “de marca”? Felicidades, este es tu trabajo. Vas a tener decenas de camisetas, gorras e incluso vestidines con el logo de la marca que promocionas en letras bien gordas. Lo malo es que a veces las tallas no tienen lógica y una S puede quedarte como una XL y viceversa.  Y un plus, aparte de ropa, si la agencia te manda el material a casa podrás quedarte con las “sobras”: servilletas, vasos de plástico, carritos, globos…

2. ¿No te gusta salir los fines de semana?  La mayoría de promociones y eventos suelen caer en viernes y sábado, así que ya tienes una excusa para que tus amigas no crean que eres una abuelita antisocial: “Estoy cansada… muchas horas de pie”. Por otro lado, es un trabajo que se compagina perfectamente con los estudios.

3. ¿Te gusta meditar en tus ratos libres? Entonces, las promos en supermercados son tu trabajo ideal. Salvo épocas contadas (Navidad, especialmente) a las 17.00 horas no pasa ni un alma por allí, ya has montado tu stand y no tienes nada que hacer  y encima estás trabajando sola;  así que puedes abstraerte y pensar en quién eres y hacia dónde vas mientras los minutos pasan leeeentamente.

4. ¿Te gusta la independencia económica (más o menos) pero eres una sufrida estudiante? Bueno, ¿a quién no le gusta tener su propia pasta? Sin embargo, un trabajo a jornada completa o incluso parcial es demasiado absorbente. Pero, dado que eventos y promos son de corta duración y suelen caer en finde, puedes trabajar todo el año de azafata y al mismo tiempo seguir estudiando. Tendrás la satisfacción de no ser el típico hijo que le pide la paga cada semana a sus papis.
Pero ten en cuenta que éste no es un trabajo con el que te hagas de oro. Yo, con lo que gano con esto, no podría independizarme ni de coña. Hay promos mejor pagadas que otras, pero en general no vas a ganar más de 10 euros netos/hora.

5. ¿Te aburre la rutina? Hay promociones más aburridas que otras, eso es de cajón. Pero nunca serán iguales: en una das a degustar kiwis, en otra regalas balones de playa y los niños te rodean, en otra haces café espresso y se te llena el stand de jubilados gorrones, en otras estás en la calle regalando cromos… y cada Congreso es distinto también: el tema de las ponencias, el lugar, tus funciones. Así que el mundo del azafateo es bastante variado.



lunes, 22 de septiembre de 2014

Me presento.

Hola a todos. Soy Frita, y trabajo como azafata (de tierra, que no de vuelo) y promotora desde hace  años. Siempre pensé que, una vez acabara mi carrera universitaria, podría “jubilarme” de este curro; pero por razones obvias tengo que seguir metida en el mundillo de los eventos… al menos un curso más, que es lo que tardaré en sacarme el máster en el que me he matriculado. Por cierto, pagado euro a euro con el dinero que me saco con este trabajo.

Sabiendo esto, llegaréis a la conclusión de que soy “perra vieja” en esto del azafateo. El único ámbito que no he probado es el de la alta imagen, dado que sólo rozo el 170 y de pibonazo tengo poco (y es una pena, porque  cuanto más pibonazo eres, mejores trabajos tienes. Al menos es lo usual). 

Pero hubo un día en que yo me pregunté: "¿CÓMO HAGO PARA SER AZAFATA?". Sí, en otros tiempos fui tan novata como las demás y los nervios me corroían las entrañas porque no tenía ni idea de qué hacer en mi primera acción, porque me sentía muy expuesta en el supermercado, porque aún era tierna e inocente. 

 Y esta es la razón por la que abro este diario en la red: porque en el fondo tengo un corazón altruista y me gustaría ayudar a las novatas.



 Y también porque me aburro y me gusta escribir, para qué os voy a mentir ;)