La Jubilación Azafatil

Casi todas nosotras trabajamos de azafatas y promotoras "para salir del paso": mientras estudiamos, mientras buscamos estabilidad, mientras luchamos por el puesto de nuestros sueños. Quiero decir, nuestras metas profesionales distan mucho de estar de pie en medio del congreso, supermercado o bareto de turno.  

Por supuesto no quiero menospreciar a este sector, puesto que yo he sido parte de él durante muchos años. Trabajando de azafata he aprendido a ser responsable (laboralmente hablando), he cotizado a la Seguridad Social, no he sido un parásito de mis padres, me he comprado un montón de caprichos, he conocido a gente a la que aprecio e incluso he salido en el periódico al lado de una actriz famoseta. Y gracias a mi trabajo anterior, de azafata de recepción en un monumento muy visitado, mejoré mucho mi inglés.

Pero llega el día... ese día en que POR FIN pasas la primera entrevista, después la segunda, y te ves firmando un contrato de lo tuyo. Y ese día ya llegó para mí. Finalmente lo he logrado. Estoy dentro del departamento legal de una entidad bancaria, y casi lloro de emoción al pensarlo. He tenido que mudarme de ciudad a toda prisa y soy el último mono de la oficina, pero oye, ¿quién sabe dónde me llevará este camino?

Así que definitivamente, este 2016 yo me retiro de los eventos. Y a modo de despedida del sector, he aquí unos collages muy cutres que he hecho con algunas fotos que tengo guardadas en el ordenador.  Besis a todas.