Cuando llega diciembre, las que nos dedicamos a este ajetreado sector sabemos que tenemos curro fijo. Además, mola porque te sientes deseada: ya me han llamado para ofrecerme 3 o 4 promos, pero obviamente me he quedado con la mejor pagada y he rechazado las otras. Esto significa que es una época propicia para encontrar tu primera promoción, así que aprovecha para revisar las webs de agencias y también mirar diariamente Yobalia. Ya he visto varias ofertas publicadas.
Mi primera promo fue precisamente en Navidad, como ya mencioné. Creo recordar que duraba sólo 4 o 5 días, pero cuanta más experiencia tengas, más largas serán las campañas. Por ejemplo, la promo que tengo este año dura del 5 de diciembre al 5 de enero.
¿Cuál es el problema? Que hay días en que trabajo 10 horas. Vamos, que voy a vivir más en el centro comercial que en mi casa. Y, oye, yo soy muy responsable y no me escaqueo nunca de mi puesto, pero si trabajo tantísimas horas seguidas, pues necesito sentarme un rato.
La cosa es que el descanso durante la jornada depende del convenio por el que se rige el contrato. Esa información viene en una cláusula del propio contrato. Por ejemplo, el mío de este año se rige por el Convenio de Despachos y Oficinas (aunque mi trabajo no tiene nada que ver con despachos, es de packs de experiencias). Pero en ese convenio no dice nada sobre el descanso diario. Así que la regla general es la que dice el Estatuto de los Trabajadores: jornada laboral que sobrepase las 6 horas continuadas tiene un descanso mínimo de 15 minutos.
Y si no, siempre queda preguntar a la agencia que te haya contratado...
Pues nada, os deseo que cacéis una promoción larga y bien pagada. Nos veremos en el centro comercial.
Tacones, briefings, sonrisas, clientes pesados, uniformes, identificaciones... puede ser difícil sobrevivir.
lunes, 1 de diciembre de 2014
viernes, 14 de noviembre de 2014
Encontrar información sobre agencias.
Al hilo de mi entrada anterior, se me ha ocurrido que debería ser un poco más explícita y compartir mi mina de conocimiento con vosotras.
![]() |
Recuerda que Google siempre tiene la respuesta |
Así, ponte que la agencia X te ofrece trabajo, pero no la conoces y quieres saber más de ella. Su web no te da pistas, y en Facebook tiene sólo 15 "me gusta". Que una agencia sea poco conocida no significa que sea una empresa de timadores, por supuesto. Yo he trabajado con alguna agencia potente, con mucha fama sobre todo en el sector de la figuración en publicidad, y resultó que eran una panda de impresentables... así que de eso no hay que fiarse.
Volviendo al tema, mis dos fuentes básicas para encontrar datos de una agencia son:
sábado, 8 de noviembre de 2014
Agencias malas 1
A veces, esto de las agencias es como un campo de minas. No sabes si el próximo paso que des será en falso y volarás en mil pedazos. BUM.
Igual como símil es un poco exagerado, pero se capta la idea. Hay muchas agencias en el mercado, e igual que es vox pópuli que alguna de ellas son LAS MEJORES, también hay otras que no hemos oído en nuestras vidas. Es un poco lotería aceptar un trabajo de una agencia que no conocemos por eso mismo. No puedes tener certeza de si vas a tener problemas, si te van a pagar a tiempo, o incluso si te van a pagar. El caso más representativo, creo yo, es cierta agencia de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que empezaba por V y terminaba por N. Hoy en día no existe, pero dejó a deber pasta a decenas de azafatas.
¿Qué puedes hacer tú para identificar una agencia mala?
Igual como símil es un poco exagerado, pero se capta la idea. Hay muchas agencias en el mercado, e igual que es vox pópuli que alguna de ellas son LAS MEJORES, también hay otras que no hemos oído en nuestras vidas. Es un poco lotería aceptar un trabajo de una agencia que no conocemos por eso mismo. No puedes tener certeza de si vas a tener problemas, si te van a pagar a tiempo, o incluso si te van a pagar. El caso más representativo, creo yo, es cierta agencia de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que empezaba por V y terminaba por N. Hoy en día no existe, pero dejó a deber pasta a decenas de azafatas.
¿Qué puedes hacer tú para identificar una agencia mala?
martes, 21 de octubre de 2014
Comienzos duros 2
Al final me contrataron para mi primera promo una Navidad. Es
una época muy buena para nosotras las azafatas, porque hay cientos de
promociones en los centros comerciales. Así que ya sabes, aprovecha.
Llevaba un disfraz horrible y enorme, de maestra chocolatera
suiza (no digo nada y lo digo todo) y lo pasé francamente mal con esas pintas.
Me han ofrecido esa misma promo más años, pero como ya he dicho alguna vez, soy
perra vieja y puedo permitirme elegir.
Sin embargo, al principio una no puede ser demasiado
selectiva. Lo que de verdad importa es
dar el primer pasito, coger experiencia. Os aseguro que este tipo de curro
es un círculo vicioso: cuanto más trabajas de azafata, más te llaman y más
largas son las promociones.
La agencia en cuestión te mandaba el material a casa y
además nos llamaba por teléfono a varias a la vez para hacernos una “formación
telefónica”, que venía a ser leernos el briefing en voz alta. El briefing, por si alguien en la sala no lo
sabe, es la mecánica de la acción. Para promos de supermercado, suele ser un
power point tirando a cutre que la agencia te manda por email, donde te
explican las bondades de la marca y el producto que promocionas, el uniforme
que debes llevar, a veces el comportamiento que deberías tener…
En fin, que en realidad yo estaba muy bien informada de lo
que debía hacer. Pero los nervios no me dejaban ni dormir. Me acuerdo de
algunas de mis dudas:
1-¿Llevo bolso o luego no tendré donde
dejarlo? –Respuesta: yo no llevo bolso. Me guardo el dni (super importante, como te lo pidan en el centro comercial y no
lo tengas, NO ENTRAS), un trozo de papel y un boli (para apuntar ventas y cosas
así), el móvil, un pañuelo y un par de
Smint en los bolsillos del pantalón. A veces también llevo una botellita de
agua. Parece mucho trasto, pero en realidad no ocupan nada.
Pero, vamos, en los
centros comerciales hay taquillas donde puedes dejar tus cosas. Yo no las uso
salvo que sea indispensable, porque en
esta primera promo que hice sí la usé… y perdí la llave. Menudo papelón,
tuvieron que llamar a mantenimiento para forzar la taquilla y abrirla.
Conclusión: guarda bien la llave.
2- ¿Qué c*ño es un
“pantalón de vestir”? –Respuesta: A mí este tema me traía de cabeza. Para
que os hagáis a la idea, mi novio dice que parezco un dibujo animado porque
siempre llevo el mismo tipo de ropa desenfadada, así que no entendía yo mucho
de ropajes elegantes. Total, que tuve que ir al Bershka y gastarme 35 euros
(ay, dolió) en un pantaloncito de tela de vestir. Todavía lo tengo, está lleno
de pelotillas.
Hoy en día he descubierto que un vaquero negro neutro (sin
rotos, brillantitos o desgastados) te vale perfectamente, así que es lo que
utilizo yo. Sin embargo, si quieres comprarte un pantalón de vestir, tira para
Mango. Allí tienen una línea de oficina que está bien, y en rebajas te puedes
surtir.
3-¿Y qué pasa cuando
llegue al centro comercial? –Respuesta: como ya habrás leído en el
briefing, tienes que pasar por Patrimonio. Allí los empleados (que suelen ser
agentes de seguridad, al menos en el centro donde yo más trabajo) te revisan
los papeles y avisan al jefe de la sección donde vayas a estar. Una vez hecho
el trámite (que puede durar siglo y medio), te dan una tarjeta que te
identifica como personal externo y pasas al centro comercial. El problemilla
añadido es que el material no te lo hayan mandado a tu casa, sino que ande en
algún rincón del almacén. Pregunta a los reponedores, que seguro que te ayudan.
Puede que tu jefe de sección sea un pasota de la vida y ni aparezca a saludar,
o puede que te indique dónde ponerte y de vez en cuando pase a mirar qué haces.
Abundan más los pasotas, al menos según mi experiencia.
4-¿Qué es esto de
sueldo bruto? ¿Cómo calculo el neto? Algunas agencias te dicen lo que te
van a pagar en bruto, es decir, sin deducirle impuestos. Así que la cantidad
neta (la “real”) que vas a percibir va a ser menor. Para saber más o menos la
cantidad neta, réstale al bruto un 8%
5-¿ME VIGILAN? ̶
Respuesta: recuerdo que en mis primeras promos sentía que cualquier empleado
del centro que pasaba por allí lo hacía para vigilarme, para evaluar mi
trabajo, para llamar a la agencia y decirles que era una piltrafa inútil. Creía
que la cámara que había sobre mi cabeza estaba todo el rato enfocada a mí. Un
poco obsesiva. Hoy he descubierto que en los centros comerciales los empleados
van a su bola. Normalmente los verás pasar sin saludarte, de lo centrados que
van en sus quehaceres. Con quien tienes que tener más ojo es con los jefes de
sección, porque puede tocarte alguno que la tome contigo. Y también ten en
cuenta que puede aparecer un comercial de la marca para la que trabajas a
echarte un ojo y preguntarte qué tal. Por mi experiencia, suelen ser muy majos.
Con esto quiero decirte que por supuesto que estás
controlada, pero no de forma intensiva. Con que estés en tu sitio y no hagas
nada fuera de lo normal, no vas a tener problemas.
Por cierto, trabajé muchas más veces con esa agencia en
otras promociones. Así que, ya sabes: si lo haces bien, probablemente te
llamarán más.
lunes, 6 de octubre de 2014
Comienzos duros 1
No sé cómo otras entraron en este mundillo, pero en mi caso
fue porque estaba harta de la hostelería. He trabajado frecuentemente de
camarera, tanto nocturna como diurna, y siempre supe que lo mío no era
aquello. Mi última experiencia fue muy
mala: el jefe me explotaba y me humillaba delante de los clientes y ni siquiera
tenía contrato, y una no está hecha para aguantar tanta mierda. Lo dejé
plantado y al día siguiente una inspección de trabajo se pasó por el local y le
puso un multazo. ¿Karma, venganza? Eso lo dejo a vuestra elección.
Pero divago, decía que me cansé de ese tipo de curro. Y
entonces descubrí Yobalia y su foro, que me fue muy útil para aprender sobre
agencias y tipos de eventos, pero hoy en día está invadido por el spam. Y me
dije: bueno, tengo experiencia en atención al público. Probemos. Y me apuntaba en todas las ofertas que salían. Por otro lado, vivo en una ciudad enana, así que no eran muchas.
Pasaron varios meses sin que me llamaran. En mi cabeza se cruzaban
ideas como que no era suficientemente alta o guapa, que era un despojo humano y
que nunca me llamarían. Con el tiempo, he descubierto que la razón es
simplemente que era una chica
desconocida y sin experiencia. Esto es así, las agencias prefieren tirar de azafatas que
conozcan o que tengan experiencia en el sector. Es una putada si quieres encontrar tu primer trabajillo, pero una
bendición si ya vives de esto. Así que, si estás tratando de meter tu cabeza
aquí, ten paciencia. O mejor, ten
una amiga azafata que te pueda recomendar cuando su agencia busque cubrir una
vacante.
Consejo final:
cuando salga una oferta, pongamos en Yobalia, apúntate RÁPIDO. Sé de las
primeras en hacerlo, así tendrás más posibilidades de que miren tu currículum.
No puedo estar segura de esto, pero sospecho que las agencias empiezan a mirar
candidaturas en orden, y paran en cuanto encuentran una que les gusta. Así que
las que se apuntaron después de ella se quedan sin opciones.
Y en estas nos quedamos hoy: me apuntaba
a las (escasas) ofertas que publicaban en Yobalia, pero que era ignorada
vilmente. Seguiremos otro día.
domingo, 28 de septiembre de 2014
Cosas malas de trabajar como azafata/promotora
1.¿Eres
tímida/antisocial/misántropa? Desde luego, este no es tu trabajo. Una
azafata de cualquier clase está para atender al público, ya sea para intentar
que compres algo, para acercarte un micro en una ponencia o para entregarte un
flyer de información.
Así que, si no te gusta tratar con la gente, lo vas a pasar
mal.
Yo, personalmente, cuando acabo mi jornada laboral, siento
un poco de manía hacia la humanidad. Necesito descansar en soledad de tanta
interacción social, no sé si le pasa a mis compañeras.
2.¿No tienes
paciencia/tienes un “pronto” muy malo? La gente en general es agradable.
Quiero decir, no todo el mundo es Santa Teresa de Calcuta, pero tampoco Hitler.
Un término medio soportable. Sin embargo, puede que se te cruce un espécimen
grosero, y ¿qué puedes hacer tú? NADA. No puedes mandarle a la mierda, por
muchas ganas que tengas. Tienes que guardar las buenas formas y la sonrisa
perenne pase lo que pase. Así que en este trabajo se necesita paciencia y el
famoso “contar hasta 10”.
3. ¿Eres un culo de
sofá? Mal. Una azafata se pasa horas de pie, lo mínimo 4. En mis primeras promociones acababa con la
espalda como un acordeón y los pies hechos papilla, aunque ahora me he hecho
fuerte. No te cuento si hay que llevar tacones, a eso una no se acostumbra
nunca. Yo suelo utilizar bailarinas con un poco de cuña, porque las que son
totalmente planas me destrozan el talón.
Por el bien de tus pies, utiliza unos zapatos de cierta calidad. Se sufre menos.
4. ¿No te gusta que
te juzguen por tu aspecto? Este trabajo es un asco para eso, lo advierto
desde ya. Es una verdad incontestable que aquí tu imagen vale mucho, por eso te
piden fotos y medidas. No en todas las acciones es así, pero en determinados tipos
cuenta mucho lo flaca, lo mona y lo alta que seas. Ni hablemos de tatuajes o piercings visibles,
ni de maquillajes demasiado pronunciados. Cada una se conoce y sabe en qué
perfiles encaja, pero es un poco triste ver lo superficial que es el mundo.
5. ¿No tienes coche? Para
las promociones en centros comerciales, muchas veces la agencia te envía a casa
el material, que a veces es pesado y voluminoso. Por eso, necesitas el carné o
alguien que te lleve en coche. En mi caso, aún no tengo el carné (ser pobre es
lo que tiene, me falta pasta para todo lo que me gustaría hacer), pero tengo un novio y un padre la mar de majos que me llevan a
los sitios sin rechistar.
Además, si tienes coche propio, puedes considerar coger las
famosas promociones en estanco. Cada día te toca un estanco en un pueblo
diferente, cosa que es un rollo, pero al final de mes te llevas un pico
importante. También puedes hacer más fiestas de noche yendo a pueblos, puesto
que las agencias normalmente te pagan el kilometraje.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Cosas buenas de trabajar como azafata/promotora.
1.¿Te gusta la ropa
“de marca”? Felicidades, este es tu trabajo. Vas a tener decenas de
camisetas, gorras e incluso vestidines con el logo de la marca que promocionas
en letras bien gordas. Lo malo es que a veces las tallas no tienen lógica y una
S puede quedarte como una XL y viceversa. Y un plus, aparte de ropa, si la agencia te
manda el material a casa podrás quedarte con las “sobras”: servilletas, vasos
de plástico, carritos, globos…
2. ¿No te gusta salir
los fines de semana? La mayoría de
promociones y eventos suelen caer en viernes y sábado, así que ya tienes una
excusa para que tus amigas no crean que eres una abuelita antisocial: “Estoy
cansada… muchas horas de pie”. Por otro lado, es un trabajo que se compagina
perfectamente con los estudios.
3. ¿Te gusta meditar
en tus ratos libres? Entonces, las promos en supermercados son tu trabajo
ideal. Salvo épocas contadas (Navidad, especialmente) a las 17.00 horas no pasa
ni un alma por allí, ya has montado tu stand y no tienes nada que hacer
y encima estás trabajando sola; así que puedes abstraerte y pensar en quién
eres y hacia dónde vas mientras los minutos pasan leeeentamente.
4. ¿Te gusta la
independencia económica (más o menos) pero eres una sufrida estudiante? Bueno,
¿a quién no le gusta tener su propia pasta? Sin embargo, un trabajo a jornada
completa o incluso parcial es demasiado absorbente. Pero, dado que eventos y
promos son de corta duración y suelen caer en finde, puedes trabajar todo el
año de azafata y al mismo tiempo seguir estudiando. Tendrás la satisfacción de
no ser el típico hijo que le pide la paga cada semana a sus papis.
Pero ten en cuenta que éste no es un trabajo con el que te
hagas de oro. Yo, con lo que gano con esto, no podría independizarme ni de
coña. Hay promos mejor pagadas que otras, pero en general no vas a ganar más de
10 euros netos/hora.
5. ¿Te aburre la
rutina? Hay promociones más aburridas que otras, eso es de cajón. Pero
nunca serán iguales: en una das a degustar kiwis, en otra regalas balones de
playa y los niños te rodean, en otra haces café espresso y se te llena el stand
de jubilados gorrones, en otras estás en la calle regalando cromos… y cada
Congreso es distinto también: el tema de las ponencias, el lugar, tus funciones.
Así que el mundo del azafateo es bastante variado.
lunes, 22 de septiembre de 2014
Me presento.
Hola a todos. Soy Frita, y trabajo como azafata (de tierra, que no de vuelo) y
promotora desde hace años. Siempre pensé
que, una vez acabara mi carrera universitaria, podría “jubilarme” de este
curro; pero por razones obvias tengo que seguir metida en el mundillo de los eventos…
al menos un curso más, que es lo que tardaré en sacarme el máster en el que me
he matriculado. Por cierto, pagado euro a euro con el dinero que me saco con este
trabajo.
Sabiendo esto, llegaréis a la conclusión de que soy “perra
vieja” en esto del azafateo. El único ámbito que no he probado es el de la alta
imagen, dado que sólo rozo el 170 y de pibonazo tengo poco (y es una pena,
porque cuanto más pibonazo eres, mejores
trabajos tienes. Al menos es lo usual).
Pero hubo un día en que yo me pregunté: "¿CÓMO HAGO PARA SER AZAFATA?". Sí, en otros tiempos fui tan novata como las demás y los nervios me corroían las entrañas porque no tenía ni idea
de qué hacer en mi primera acción, porque me sentía muy expuesta en el supermercado, porque aún era tierna e inocente.
Y esta es la razón por la que abro este diario en la red: porque en el fondo
tengo un corazón altruista y me gustaría ayudar a las novatas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)